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Hechos de Tango entrevistó a Facundo Lázzari, bandoneonista y director de “La Juan D’arienzo”. Aquí la nota:

1. ¿Cómo y cuándo empezaste en la música?
Comencé a estudiar bandoneón en el año 2006 a los 18 años con mi abuelo el maestro Carlos Lázzari. Digamos que las casualidades me llevaron hacia el Tango y hacia el instrumento. Yo jamás había escuchado Tango más que algún disco de D’arienzo que rondaba por la casa. Era el momento de Led Zeppelin, Bob Marley y Spinetta en mi gusto musical. A esa edad escribía poemas, los compartía con algunos amigos y así juntos aventurábamos algunas letras pero ninguno era músico. Un día por azar, a mi vieja se le metió la idea de que uno de esos poemas o “letras” podía llevar música y que mi abuelo era el indicado para hacerlo por lo cual, simplemente me afanó el cuaderno y se lo llevó a él. Mi abuelo dijo que le gustaban las letras (era claro que se comportaba de manera muy diplomática) pero que de Tango no tenían mucho, que en caso de considerar escribir Tangos el primer paso era escuchar Tango. Así que ahí fui a casa a buscar todos los discos de Tango que había, todos del “Rey del Compás” y comencé a castigarme todas las noches con Zeppelin, IV, D’arienzo y Pescado Rabioso. Escribí algunas cositas en los viajes al centro en búsqueda de libros de Tango, poesía y café, pero nada que recordar. Unos meses después le decía a mi abuelo que quería aprender a tocar el bandoneón, básicamente no podía creer que se pudiera lograr tocar en el instrumento lo que escuchaba, sobre todo las variaciones. Ahí comencé a estudiar con ningún objetivo pero con muchos sueños, quería tocar D’arienzo. Dos años después estaba tocando con él en la orquesta de D’arienzo, nunca había tenido un traje ni había tocado con nadie, solo había estudiado en mi pieza y ni me imaginaba que eso iba a suceder. Hoy, hace 10 años que toco D’arienzo.

2. ¿Tuviste el apoyo de tu familia o hubo que convencerlos?
Tuve el apoyo de mi familia. Cuando comencé a estudiar ya tenía 18 años, no hubo mucha necesidad de convencerlos. Yo ya tenía trabajo desde los 14 asi que me manejaba casi con total independencia a esa edad. De más está decir que se sintieron muy orgullosos de que siguiera ese camino al igual que mi abuelo.

3. ¿Qué has tenido que sacrificar por esta carrera?
No puedo pensar el términos de “sacrificios” cuando pienso en aquellas cosas que elegí no experimentar o aquellas que tuve que dejar por mi carrera. No las entiendo como sacrificios porque yo tuve la posibilidad de elegir y lo hice, y creo que si hubiese querido elegir algo más y dejar mi carrera lo hubiese hecho, pero al día de hoy nada me enamoró como la música. Creo que de lo que se trata esto es de estar seguro alguna vez e ir por ese camino, y estar seguro de cuándo dejarlo si tu corazón lo pide. De todas formas, cuando mi carrera se interpuso con algo que también quería, siento que fui por todo e hice las dos cosas, como estudiar cosas diferentes por ejemplo. En resumen, no creo haber sacrificado algo en particular por mi carrera.

4. Hablanos sobre tu estilo en particular …
El estilo de Juan D’arienzo es el estilo de tango mas popular que desarrolló nuestro genero debido a su directa relación con el público de su época. En los 30′ el estilo de D’arienzo invadió la escena ciudadana con un estilo vertiginoso, nervioso, pícaro y además, un estilo que a pesar de su estructura supo comunicarse con el público durante 5 décadas, de todas las formas en que lo necesitó. Al comenzar, a través del lunfardo y del lenguaje que se hablaba en la calle, a través de la visibilización de la realidad socio-cultural inmediata del Río de la Plata, y con el correr de los años ya sea a través del romance, la crítica social o con elegancia, sea musical o poética. El estilo de D’arienzo supo contar con 3 cantores para atacar todos los frentes de la demanda. Pero sobre todo, fue su ritmo lo que le hizo ganar su popularidad indiscutida. La gente que baila el tango, en aquella época toda la sociedad, no podía contenerse. En la actualidad sigue sucediendo exactamente lo mismo, los pies no pueden quedarse quietos, y mas allá de los años y las transformaciones, los músicos y arregladores, el estilo, su ritmo, su energía, su garra, no se traicionaron jamás. En la actualidad buscamos con La Juan D’arienzo recordar y recrear el mismo sonido direccionando de a poco nuestra búsqueda hacia la visibilización de nuestra sociedad actual.

5. ¿Te interesa algún otro género musical?
Si, sobre todo el Rock pero también la música clásica, el jazz y el psytrance. En líneas generales se puede encontrar cosas muy bellas en cualquier género, de todas formas creo que en general escucho estos géneros.

6. ¿Que es lo que más disfrutas de ser músico?
Ser músico puede ser algo muy intenso y muy decepcionante. Creo que soy muy afortunado de poder realizarme a través de mi propio proyecto, de no recibir órdenes de ningún tipo y es eso lo que más disfruto, aunque paradójicamente no se coincide necesariamente con el hecho de ser músico. Creo que como músico lo más lindo que encontré, no hace mucho debido a mis conocimientos, es la posibilidad de crear, sin crear posiblemente hoy no consideraría ser músico.

7. ¿A quién admiras como músico?
Luis Alberto Spinetta

8. ¿Qué tema es el que más te llega cuando lo tocás, y por qué?
“Este es el Rey”. No solo es un Tango excepcional dentro de su simpleza, tiene una energía incomparable. Por otro lado está cargado de mucha energía emocional, no solo por ser de mi abuelo sino porque al día de hoy me ha acompañado a todos lados y así seguirá siendo.

9. Fuera de la música, ¿que haces en un día normal?
Estudio Historia en la UBA hace muchos años, por lo cual la lectura es una de esas cosas que me acompaña aunque no pueda cursar regularmente por los viajes y la música, pero aún no se abandona. Caminar con mi perro creo que es lo más rutinario que hago, camina más que cualquier ser humano normal y me saca un poco también a mí ya que estoy, realmente es algo que suena tortuoso pero que disfruto mucho. Algo de actividad física, natación ahora, algo increíble. Estudio idiomas, inglés hace ya más de 3 años y Alemán hace poco tiempo. Creo que todo lo demás se resume a “ser social”, es decir, si no estoy haciendo alguna de esas cosas o algo relacionado a la música, estoy compartiendo mi tiempo con alguien más.

10. ¿Alguna anécdota que nos puedas contar?
Tomábamos una cerveza en San Telmo con Ricardo Badaracco y Sebastián Frasson previo al show con una orquesta previa a la nuestra con la cual también hacíamos D’arienzo, junto a Celso Amato, ex D’arienzo, como director, la cual previamente dirigía mi abuelo Carlos Lázzari. Nos convencíamos el uno al otro de que fundar una orquesta formada solo por elementos jóvenes que hiciera D’arienzo y tuviese por norte La Milonga de Buenos Aires sería un éxito ya que mucha gente joven estaba ingresando a nuestro entorno y desde ya, eso nos podría abrir las puertas para viajar o crear una companía de Tango, etc. Había que conseguir fechas así que esa misma noche consultamos a las dos milongas mas concurridas de Buenos Aires, “La Viruta” y “Salón Canning Parakultural”. Al otro día, cerveza de por medio, teníamos dos fechas confirmadas aunque no teníamos orquesta aún. En 20 días habíamos creado una orquesta con los músicos que consideramos y conocíamos de otras agrupaciones en las que trabajábamos también, y a lo sumo habíamos ensayado dos veces antes de debutar. Un año después teníamos una gira confirmada en Europa y otra en Japón con MIN-ON y estábamos comenzando a trabajar en nuestro primer disco. La suerte nos sonrió desde el principio y a la suerte la ayudamos con mucho esfuerzo y toma de riesgos y sobre todo con mucho trabajo de equipo.

Hechos de Tango agradece infinitamente a Facundo el tiempo que se tomó para atendernos y respondernos.

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